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Con el inicio del nuevo curso, a las familias se les acumula el trabajo: compra de libros y material escolar, matrículas para actividades extraescolares, comprar la ropa/uniformes, calzado…..
En este post, queremos hacer especial mención a la mochila escolar. Su principal función es facilitar el transporte de material a nuestros/as hijos/as durante el curso. Pero no olvidemos que tiene un coste nada desdeñable, por lo que merece la pena reflexionar un poco sobre ella.
En primer lugar, con el inicio de cada nuevo curso resurge la polémica sobre la relación entre el peso que transportan en la mochila y los posibles efectos negativos sobre sus espaldas o muñecas (en el caso de la mochila de carro). Sin descartar, ni afirmar dicha relación, os proponemos unos consejos a tener en cuenta:
El peso de la mochila y su contenido no debería superar el 10-15 % de la persona que la transporta.Esto nos lleva a pensar que sería recomendable elegir una mochila ligera, pero resistente.
También hay que tener en cuenta la climatología y si el trayecto se hace a pie o en autobús, pues puede ser necesario que sea impermeable.
Para trayectos escolares donde hay muchos escalones no es recomendable la mochila de carro puesto que hay que mover todo el peso con una sola mano. Además, no deben arrastrase sino empujarse hacia delante.
La mochila ha de ir colocada sobre ambos hombros, con las correas ajustadas de forma que el peso se distribuya en ambos por igual, y que la parte baja de la mochila quede unos cinco centímetros por debajo de la cintura. La moda de llevar la mochila colgando por debajo de los glúteos no es nada recomendable para transportar mucho peso. Las correas deben ser anchas, acolchadas y regulables en longitud.
Lo más pesado y voluminoso debe ir cerca de la espalda, y hay que tratar de distribuir el peso de los objetos de forma equilibrada. Por supuesto, es importante revisar la mochila a diario para que en ella solo se transporte el material y los libros necesarios. En un primer momento lo haremos de forma conjunta, pero con el objetivo de que realicen esta tarea de forma autónoma.
Para finalizar podemos añadir que realizar actividades físico deportivas les ayuda a mejorar el tono muscular, y esto puede minimizar los posibles efectos negativos de transportar el peso del material escolar y de las horas que pasan sentados.
En el siguiente enlace podéis acceder a un estudio realizado por la F.A.P.A. sobre este tema:
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