Cuando se muere un familiar, un amigo... alguién cercano, nos resulta muy complicado contárselo a nuestros hijos, y en ocasiones tendemos a evitar esa conversación. No nos olvidemos que los niños perciben todo lo que ocurre a su alrededor, por lo que en algún momento tendremos que contarle lo ocurrido. No debemos pensar que evitando el tema les protegemos de preocupaciones o malos tragos, explicándoselo les estamos ayudando a comprender el significado de la muerte y de los sentimientos que genera.
Ya colgamos un post sobre este tema, pero este fin de semana en la revista dominical de el periódico El Correo aparece un artículo que nos gustaría compartir con vosotros, os dejamos el enlace para los que no lo hayais leído