Cuando nuestras hijas e hijos están teniendo un uso inadecuado de las nuevas tecnologías, bien por la cantidad de tiempo que dedican, la frecuencia y que esto está teniendo consecuencias en el resto de sus actividades: Estudios, relaciones..., se nos tiene que encender la luz de alarma.
Tanto madres, padres y profesionales de la educación, debemos estar muy alerta a estas señales, que nos indican que algo va mal. En
la mayoría de las ocasiones no estamos hablando de un trastorno
adictivo, sino de un uso inadecuado. Pero si lo pasamos por alto puede
generar en una adicción.
Una persona tecnoadicta necesita aumentar el tiempo de uso progresivamente, para
obtener el mismo efecto placentero (Tolerancia), tiende a hacerlo de
manera compulsiva ya que se siente mal si no está conectada (Abstinencia) y estos factores generan una dependencia a las TICs.
No se trata de prohibirles el uso, sino de enseñarles a usar las TICs de manera controlada y segura. Establecer unas normas y límites claros en su uso. Ser modelos de actuación también con las nuevas tecnologías. Fomentar que empleen su tiempo libre en otras actividades.Supervisar su uso teniendo en cuenta que contra menos edad tengan, mayor nivel presencial debe realizarse.
Si queremos evitar que nuestros hijos e hijas desarrollen una tecnoadicción, debemos tener claro que actuaciones podemos desarrollar en nuestros hogares. En el siguiente enlace podéis descargar una guía para progenitores que os orientará sobre este tema: