Lo que está claro es que aprender memorizando y repitiendo sin cesar es aburrido. Sin embargo si nos proponen una actividad lúdica, aprenderemos con menos esfuerzo y resultará gratificante.
El juego por lo tanto nos puede ayudar a aprender conceptos que de otra manera pueden resultar tediosos y difíciles. Practicar la escritura de números jugando a ser comerciante de un supermercado, o escribir un menú para nuestro restaurante, jugar a la guerra de barcos, al bingo, al veo veo, a las palabras encadenadas, al dominó.., será algo que les gustará y les ayudará a aprender.
Además de usar los juegos de mesa, podemos realizar manualidades en las que reforcemos el aprendizaje de los conceptos que queramos trabajar. Y aquí es importante dejar volar nuestra imaginación, para transformar aquello que queremos que aprendan en algo divertido.
Algunos ejemplos:
Elaborar unos catetos para jugar a las familias con dibujos de animales y su nombres, también se puede emplear para aprender vocabulario en otros idiomas.
Realizar tarjetas para jugar al Memory, emparejando los dibujos con los nombres correspondientes, se pueden hacer con números, colores, objetos con una temática concreta, vocabulario idiomas...
Realizar un cartel con las fotos de los miembros de la familia y debajo de cada una poner los nombres. Las letras de los nombres se realizarán con velcro para que se puedan poner y quitar. De esta manera aprenderán a reconocer un montón de letras y jugarán componiendo nombres.
Con tapones de brick de leche podéis elaborar un juego para trabajar el dictado de números y las unidades en euskera. En la fotografía os mostramos el ejemplo, lo pasarán bien elaborándolo y después jugando con él.
Animaos a compartir vuestras ideas y proyectos con otras familias.