lunes, 10 de octubre de 2016

El Sueño


La mejor garantía de un sueño feliz es un niño y niña feliz. Si durante el día se les proporciona afecto y atención, se sentirán queridos y esto limitará la sensación de abandono por la separación a la hora de ir a la cama. Aprender a dormir , es un paso más en la adquisición de la autonomía, y debemos enseñarles por su bienestar.

Cada persona tiene su forma de dormir, necesita más o menos horas para descansar... y con nuestras hijas e hijos pasa lo mismo, tienen sus ritmos diferenciados. Hay que fijarse si duermen menos pero durante el día se les ve bien, se mueven, juegan, se muestran alegres, es que no necesitan dormir más. Por lo que no hay que hacer un drama por tener menores poco dormilones. Podemos ver las ventajas que esto tiene, por ejemplo a la hora de levantarse para ir al colegio, no tendrán problemas por madrugar. Además en el momento en que ya son capaces de levantarse de forma autónoma y esperar a que se despierte el resto de la familia, esto deja de ser un problema.

La mayoría no quieren irse a dormir, pero podemos ayudarles haciendo que el momento de ir a la cama sea placentero. Todas las personas tenemos una rutina que hacemos todos los días antes de dormir y nos ayuda a conciliar el sueño. Baño, cena, cuento o actividad tranquila y dormir, podría ser una serie adecuada para nuestras hijas e hijos, pero cada familia debe organizarla en función de las características de sus menores. Tener un momento placentero y relajante puede ayudarles a ir a dormir sin problemas.

Dentro de la rutina debemos tener un horario fijo. No debemos adaptar el horario en nuestro beneficio. Avisarle unos minutos antes de iniciar cada paso de la rutina : “en cinco minutos tienes que ir a la bañera, o empezamos a cenar...”, de esta manera se va preparando para la siguiente actividad.

El ritmo familiar se tiene que ralentizar, el volumen de nuestras voces, el movimiento, incluso las luces...No es momento de preparar carteras, ni recoger juguetes, eso se ha tenido que hacer con anterioridad. El momento del cuento o la actividad relajante es previa al apagado de luces , el beso de buenas noches y el inicio del sueño.

Si éste tema te interesa, puedes descubrir pautas y actividades para hacer esta tarea más fácil y gratificante en el siguiente enlace:

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