martes, 1 de diciembre de 2015

Control de esfínteres



El control de esfínteres se adquiere cuando niñas y niños alcanzan la madurez para para poder hacerlo. Caminar, hablar, son funciones que se adquieren, cuando están lo suficientemente maduros. Son adquisiciones paulatinas, lentas, que llevan mucho tiempo.

Aunque la estimulación puede influir, lo cierto es que intentarán caminar alrededor del año y controlar esfínteres entre los 2 y 3 años. Las personas adultas deberíamos preguntarnos qué nos pasa que estamos tan apurados por conseguir logros en nuestros hijos e hijas.

Al haber fijado como "normal" la edad de 2 años para el control de esfínteres, nos hemos creado un problema y sobre todo, se lo hemos creado a nuestros hijos e hijas.


Después del año y medio, pueden empezar a darse cuenta cuando tienen sucio el pañal, e incluso a saber cuando "se lo están haciendo", es un lento proceso que acabará desembocando en el control de esfínteres.


Este aprendizaje es una de las principales obligaciones de las niñas y niños que comienza a caminar para adaptarse a las formas de nuestra cultura. A veces las personas adultas, en su deseo de acostumbrarles, olvidan que deben tenerse en cuenta dos factores para crear los hábitos higiénicos que desean.



En primer lugar el niño o niña debe estar maduro para el entrenamiento. No sólo ha de comprender lo que esperamos, sino que debe tener la coordinación muscular necesaria para controlar los músculos intestinales y de la vejiga y distenderlos a voluntad en el momento y sitio determinado.

En segundo lugar, el éxito del entrenamiento depende de la disposición e interés del niño o niña en cooperar. Hasta que parezca preparado desde el punto de vista físico y emocional no debe comenzarse el entrenamiento de los esfínteres. Hasta hace unos 35 años el entrenamiento comenzaba dentro del primer año de vida. Sólo en épocas recientes se ha comprendido que no están maduros para este aprendizaje hasta su segundo año.

El éxito depende por lo general de las relaciones que tenga con sus progenitores y de la capacidad de éstos para aceptar los accidentes con indiferencia y para expresar palabras de aliento y elogio ante los éxitos. 


Si os interesa, en el siguiente enlace podéis ampliar el tema: 

https://drive.google.com/file/d/0B_rcnsdImbpGX3I3MHR5ZnR2WjQ/view?usp=sharing

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