lunes, 21 de diciembre de 2015

Autoestima


La autoestima es el grado de satisfacción personal que tenemos de nosotros mismos, es el reconocimiento de nuestra valía. La persona con una buena autoestima reconoce y acepta sus virtudes y sus defectos, y se acepta tal y como es. Está ligada a los diferentes aspectos que nos rodean en nuestra vida (Familia, trabajo, relaciones sociales…).

No es un don innato, sino una característica que se puede potenciar. Los y las menores construyen su autoestima observando y escuchando a las personas que las rodean. Cuando las personas adultas les animan, les dicen que se sienten orgullosas, cuando les ayudan a ser independientes y avanzar, cuando expresan cariño hacia ellos, cuando les apoyan en las dificultades…, les están ayudando a avanzar en la dirección adecuada.

Pero la autoestima no es algo que se cree y quede para siempre, es algo dinámico y fluctúa, al igual que nuestra vida. Se va construyendo a la vez que vivimos experiencias a lo largo de los años.

En definitiva tener una buena autoestima es conocerse lo suficiente como para saber para que estamos capacitados y que limitaciones tenemos a la hora de enfrentarnos al día a día.

En el libro "Autoimagen, autoestima y socialización: Guía práctica con niños de 0 a 6 años" de Danielle Laporte, nos propone una serie de retos para ayudar a nuestros hijos e hijas a tener una buena autoestima.

Las personas adultas les podemos ayudar a buscar la armonía consigo mismo y con los demás. Ayudarles a conocerse para tener en cuenta sus habilidades, sus limitaciones y la forma de enfrentarse a las dificultades que surjan en el día a día.

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