El paso de Primaria a Secundaria nos puede provocar miedo e incertidumbre, nuestras hijas e hijos en algunas ocasiones acudirán a un centro educativo diferente, tendrán que convivir con alumnado desconocido y la mayoría con más edad. Tendrán que habituarse a cambios en su rutina escolar: más horas de clase, más asignaturas, mayor responsabilidad, más profesorado, normas diferentes y nuevas relaciones.
El profesorado está acostumbrado a recibir cada año al alumnado nuevo y al igual que en Primaria llevarán un seguimiento de su aula, del rendimiento y actitud de todo su grupo.
El paso a Secundaria es un momento en el que tienen que tomar la determinación de situar los estudios como su actividad principal, dedicando una mayor franja de tiempo a los estudios, deberes, resúmenes...
Vuestro papel será el de acompañar, supervisar y hacer que las reglas se cumplan. Forma parte de vuestra responsabilidad conseguir que cumplan con un horario de estudio. Sin embargo, cuando veáis que van asumiendo sus responsabilidades, tendréis que dejarles organizarse de manera más autónoma.
Mantener contacto con el Instituto, acudir a las reuniones de inicio de curso y siempre que se considere necesario acudir a las horas de atención individual, donde podréis ver como está evolucionando y que podéis tener en cuenta en casa. En muchos centros educativos existen plataformas en las que podéis mantener un contacto cercano con el profesorado y estar al tanto de las novedades, las faltas de asistencias...
Por lo tanto las familias debemos considerar este momento de cambio, como un paso más en la evolución, adquisición de mayor madurez y autonomía de nuestros hijos e hijas.
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