La corresponsabilidad supone una distribución equitativa y democrática de las responsabilidades y actividades domésticas, osea, uno reparto equitativo entre los dos sexos de los tiempos de producción, cuidado de las personas, tareas domésticas y tiempo de descanso.
El objetivo es conseguir una situación de plena corresponsabilidad doméstica y de una plena paternidad, que implique que tanto hombres como mujeres asuman por igual la responsabilidad y las tareas que suponen el mantenimiento del hogar y el cuidado de sus miembros, y que termine con la tradicional división sexista de las funciones.
¿Que podemos hacer las familias? Sin duda nuestro ejemplo en el reparto de tareas es fundamental, debemos ser modelo para nuestra familia y enseñarles desde temprana edad a colaborar en todas las tareas de la casa sin diferenciar por género. En función de la edad deberán ir aprendiendo e incorporando en sus responsabilidades tareas de la vida cotidiana.
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