“Mira que eres torpe” o “no seas llorón”… son algunas de las etiquetas que en ocasiones colgamos a nuestros hijos cuando reiteran una conducta que no nos gusta. Estas etiquetas dependen, en gran medida, de como vemos las cosas los adultos y de cómo las vivimos y pueden llegar a minar su autoestima. Un niño va formando el concepto que tiene de si mismo en base a las valoraciones que recibe de sus padres, abuelos, profesores…..
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que cierto es,tenemos esa mala costumbre.Debemos ser conscientes de lo que decimos y como lo decimos para evitar que nuestros hijos sientan que son esto o lo otro.. porque ademas suelen ser comentarios negativos.
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