Es una técnica ideada por Marlene Schneider y Arthur Robin, para aprender a autocontrolar las conductas impulsivas. Pretende enseñar al niño a replegarse en un caparazón imaginario como si fuera una tortuga, cuando no es capaz de controlar sus rabietas o no puede calmarse tras un enfado.
El objetivo es enseñarle una técnica de relajación, y a la vez una conducta alternativa ante situaciones que para él son negativas o violentas.
Se pretende eliminar o reducir una conducta normalmente agresiva, sustituyéndola por la conducta alternativa que nosotros le hemos enseñado.
Para que el niño aprenda esta técnica debemos comenzar narrándole el cuento de la tortuga, y después enseñarle la postura; para ello nos pondremos a su lado, realizaremos la postura de la tortuga y le pediremos que nos imite. La postura consiste en sentarse en el suelo, cerrar los ojos, y encogerse apretando brazos y piernas contra el cuerpo, inclinando la cabeza hasta que la barbilla se apoye en el pecho, en esta postura, el niño tensará todo su cuerpo y tomará aire al mismo tiempo, contará hasta cinco y destensará de nuevo el cuerpo expirando suavemente el aire.
Esta postura será adoptada por el niño cada vez que le mencionemos la palabra “tortuga”. Esta técnica es muy adecuada para niños de infantil y del primer ciclo de primaria y deberemos enseñársela como si de un juego se tratase. A partir de 3º de primaria es posible que no respondan bien, por lo que es aconsejable cambiar la palabra “tortuga” por la de “stop”.
Es preciso que hagamos saber al niño lo difícil que le resultará al principio darse cuenta de que está enfadándose mucho, por ello debemos decirle que sus padres le ayudarán a darse cuenta pronunciando la palabra “tortuga” para que él se retire a un lugar tranquilo (su habitación) y se meta en su caparazón. Siempre que utilice esta técnica le recompensaremos (caricias, halagos...).
Posteriormente le ayudaremos a pensar en la situación conflictiva y ver las diferentes soluciones que puede dar al problema. ¿Qué puedes hacer cuando te sucede esto?.
Una vez aprendida, animaremos al niño que la utilice cuando se encuentre ante situaciones de frustración sin necesidad de que sus padres estén presentes.
Si os interesa esta técnica, en el siguiente enlace os podéis descargar el cuento.
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